jueves, 1 de septiembre de 2011

Héroes y villanos (I)

Dado que las aventuras (hasta ahora desventuras) de Marina Oliván parecen que ha arrancado, me parece importante hacer un resumen de las dramaties personnae que ha ido conociendo hasta ahora. Obviamente, no pondré nada más que lo que sabe el personaje protagonista de nuestra historia. Nota: en esta recopilación de reparto sólo aparecen los datos que más o menos conoce la PJ Marina Oliván, así que hay información oculta.

Ésta chica (bueno...ejem) es Cintia Ruíz. Es una huérfana castellana de la Villa de Santa Elena, el pacífico pero orgulloso pueblo de las ciudades libres del sur.

Castiza, apasionada, alegre, caradura y activa. Se ha iniciado en la profesión de la herrería en el pueblo (acabando con la poca feminidad que tenía) y ya ha alcanzado un nivel en el que no puede aprender más, a no ser que salga de la ciudad. Tiene un futuro prometedor en su profesión, pero su enorme amistad infantil con Marina Oliván le ha distraído siempre de sus funciones. Y ella ha distraído a Marina arrastrándola en aventuras como la captura de melones y sandías en los cultivos del vecino o tirarle piedras al espantapájaros gabacho. Aunque se distraen ambas dos de sus funciones, se lo pasa mejor que pegarle a un yunque, dice ella. Parece bastante encoñada del hijo del Barón Lara, pero no se sabe realmente de qué va la cosa. Sospecha que Marina Oliván quiere quitárselo. De hecho, ha comenzado su venganza de dejar calva a su amiga cada vez que ella cree que su amiga tontea con el hijo del Barón, Alonso Lara. Parece uno de los pocos personajes que no tiene mucho que ocultar. ¿O sí? Quién sabe.

Aquí está el chico por el que cualquier campesina de pueblo soñaría. Alonso Lara. Guapo, joven, elegante, culto, amante de los caballos y gran jinete. Y además, viene con futuro título nobiliario de barón. Es ideal para cualquier campesina de pueblo menos para una: Marina Oliván, que rechazó su propuesta de matrimonio tirándole una granja en la cabeza. Sería casi perfecto si no fuera tan creído, sobrado y mujeriego, pero sobre todo, su peor defecto es que es malísimo a la hora de la dialéctica amorosa (y se sabe que pretendía a muchas, con las que nunca llegaba a nada serio). Parece que Marina ha descubierto que sus patéticas maneras de intentar contraer matrimonio es realmente porque quiere hacer feliz a su anciano padre, el Barón Lara, el cuál quiere que antes de morir él, su hijo haya encontrado esposa. Él quiere hacer feliz a su padre de forma desesperada...pero lo cierto es que no tiene ninguna gana de casarse. Eso podría explicar muchas cosas. También le regaló a Marina el que iba a ser su futuro caballo, Ventisca (aunque ella se adelantó y lo tomó por su mano, jeje.) Parece bastante seguro que después de muchas aventuras con Marina Oliván, ellos dos se casarán
en dos años y tendrán tres hijos. Así lo vaticinó y así se lo hizo saber a Marina el día en que ella despertó de la gran aventura contra el 7º de húsares y los hombres de Félix Marangio. ¿Será que podría estar empezando a sentir algo? ¿O es la inercia de su actitud durante toda su vida?
Ahora se encuentra como guerrillero en las barricadas de Santiago...¿cómo habrá llegado hasta eso?
En cualquier caso, parece que a Marina Oliván no le desagrada tener conversaciones con él de noche mientras las barricadas están en silencio (aunque los gabachos disparen para hacerlos callar) y acompañados de la guitarra de Joselito. Buenos roleos asegurados entre Marina y Alonso. ¿Será que hay feeling? ¿Será que la guerra les ha unido? Lo sabremos más adelante.


Este gran hombre (literalmente) es el Capitán Barceló. Bueno, ex-capitán Barceló. Antiguo oficial de la Gran Armada Castellana que tenía bajo su mando directo su amado barco de línea el Quijote, custodiado por las fragatas Dulcinea y el Sancho. Perdió su reputación con la pérdida de toda la flota a su mando contra los Perros Marinos de Ávalon en el Gran Canal. El Rex Castillium (rey de Castilla) Aldana, el padre del nuevo rey, se enfureció con Barceló al enterarse de que había mandado a su mayor flota bajo el mar y descubrir de que éste fue el único que sobrevivió. Barceló parece excusarse ante todos alegando de que un Kraken fue el que hundió la flota y que no había nada que hacer...nadie parece creerle mucho. El Rey puso precio a su cabeza ante tal agravio contra Castilla, acusado de desacato, huida, cobardía y por no morir defendiendo la causa castellana. Este hecho hizo que el Capitán Barceló pasara a trabajar a la clandestinidad. Tropezó con los piratas de las Islas de las Especias y sobre todo de Bucca, la sede de la Fraternidad de los Piratas. A partir de aquí decidió que si iban a poner precio a su cabeza que fuera porque él se lo hubiera ganado. Salió con un viejo barco cabalgando libremente sobre los mares de la Boca del Cielo y saqueó con la bandera pirata tantos barcos de vodaccianos, castellanos y sobre todo mountaigneres, convirtiéndose en toda una leyenda para todos los marinos (criminales o no), simbolizando lo que significaba la libertad para los piratas. Claro que esto hizo que su cabeza aumentara de precio y Barceló se sintió por primera vez halagado por ésto. El caso es que se ganó un gran enemigo, los Caligari. ¿Por qué? Ahh...secreto. Digamos que Barceló le tocó soberanamente las narices a un Príncipe Mercader de Vodacce y éste quiso hundir su asqueroso barco. Y digamos que lo consiguió. Barceló se lamenta diciendo que con el Quijote esto no le habría pasado. Tras naufragar un tiempo y casi morir por culpa de las sirenas acabó en San Teodoro (Sur de Castilla occidental), corriendo una serie de aventuras y acabando en la Villa de Santa Elena, dónde decide empezar más o menos de cero y de una vez por todas recuperar su barco y sus fragatas. Allí conoce a una campesina, Marina Oliván, que parece que lo único que le ofrece es una conversación en la que él se hincha de hablar sobre él mismo con la supervisión de su criado Bartolomé. Le dice a Marina que desearía dar un golpe a Mountaigne y desbloquear los puertos. Parece que quiere redimirse ante Castilla y ganarse el perdón. A Marina parece que le gusta la idea de enrolarse en un barco y liberar los puertos castellanos que tanto tienen preocupado a los campesinos. El caso es que solo es una campesina. Ella volvió a su casa con los pájaros que tenía metido en la cabeza y se lo planteó a sus padres... a ninguno de los dos le gustó la idea. Marina Oliván bajó de la nube. Barceló sigue sus aventuras y va de pueblo en pueblo, de ciudad en ciudad, haciendo de las suyas, jodiendo al personal. Llega a Santiago con un gran golpe en su mano y descubre que la única persona que se ha apuntado en su misión es sorprendentemente...¡Marina Oliván! Barceló estaba más mosqueado que un pavo en navidad. Esa chica era una campesina cuando la conoció, y cuando la vuelve a ver es una de las personas que más le ha tocado las narices al Rey Sol de Montaigne, casi igualando los precios de sus cabezas. Pero para Barceló él sigue por encima (a él le buscan en 3 reinos y sigue valiendo más) A partir de aquí se asocian en la aventura por recuperar el oro del Rey en el muelle de Santiago a manos de los mountaigneres. Resultado de la aventura, hostias y soplamocos sobre un barco amarrado. ¿Final de la aventura? Marina Oliván vuela medio muelle al disparar con los cañones del barco justo en el polvorín de la armería del puesto de guardia mountaignés. Fue sin querer, todo hay que decirlo (cosas de los dados) Barceló parece satisfecho con la suerte de Marina Oliván y se va con el barco cargado de oro, y le sugiere que algún día, si deja la resistencia del pueblo castellano, se enrole con él como pirata. Lo cierto es que la chica de 17 años y este hombretón enorme de levita roja hacen una extraña, pero curiosa, pareja.

Más adelante seguiré con 3 pnjs más.

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